Sentís mis labios
respirar
palabras de fuego
sobre tus oídos
el cálido aliento
rozando tus lóbulos
uno a uno presionados
por un secreto
(dedicado solo para vos).
Se enciende la boca del volcán.
Se apaga mi incendio en tu boca.
Las pavesas se suicidan a los pies
de nuestra cama...
es tiempo que el Etna comience a temblar.