Me levanto pasmada, un recuerdo ácido me deja endeble, la angustia que un día deje de lado se asoma nuevamente para recordar lo efímera que es la paz y felicidad.
Me levantó y me veo sumida en lo hondo de mi mente, cada imagen, sonido, sabor e incluso olor
de pronto el dolor se vuelve tan real que mis latidos son más fuerte que mi mente, tanto duele un recuerdo que ya se daba por enterrado en el olvido
¿Que hago ahora, sedo ante el dolor o prosigo hasta que algun día decida salir sin previo avisó?
Respiro tan hondo que mis latidos compiten con mi respiración
tantas interrogantes que no he podido resolver, tantas mentiras que he recibido me cuestionan la confianza a quien dice querer,
querer tanro como la abeja a la miel
¿Soy la abeja o soy la miel?
La miel tan prolongada en el tiempo que muchos dudarían de ella al verla tras meses, años en la alacenas pero seguira estando igual de buena seguirá siendo buena aunque la veas ahí y la dejes hasta el día que la pruebes y no importará porque ella seguirá ahí esperándo que la pruebes

La abeja tan majestuoso volar, tan leal, tan hermosa que puedes quedar hipnotizado ante sus bello cuerpo repleto de polen danzando
de flor en flor tan libre y tan esclava a la vez, tan paradójico que da miedo sentirse una abeja

No lo se pero estos recuerdos me hacen ver que mi hilo de vida no será para siempre y en algun momento sera cortado para ya no poder preguntarme más, para ya no poder pedirme perdón más
para no poder perdonarme más
no al recuerdo,  sino a mí
Para ser yo, para importarme
si me eligen o sino, si sigo o sino
Si soy abeja o soy miel.