Álvar Fáñez Minaya tú eres. Álvar Fáñez, el Cid Campeador ruega que partas desde Valencia, por doña Elvira y por doña Sol. Los caballos te esperan enfrente,

El gaucho con su caballo conversaba entre las breñas: —¿Que no te acuerdas, acaso, del nombre de la mozuela que dejé afligida en Tula

He caído en la hondura donde todo… No hay arriba ni abajo, solo ardor que consume las formas, que no deja muros en pie. Todo lo que fui se recoge en un gr…

Cuida, Señor, al buen ladrón que aventura robar en nuestros pat… y su innombrable temor oculta con la sombra. Tantea el alimento

Actúo y me reprendo, peco y viene el arrepentimiento a la conciencia… el juez que soy yo mismo da senten… que o castiga o advierte o reconvi… Y al par, en la defensa, me declar…

En el panorama poético de la literatura hispanoamericana contemporánea, pocas obras ostentan la coherencia conceptual, la densidad simbólica y la ambición estética que ofrece Poemas ...

El magisterio intelectual de don Bruno Rosario Candelier sostiene su marcha edificante con la reciente publicación de la colección de ensayos titulada El lenguaje de la creación...

[La jaula]: Un rinoceronte atisba. Y una loba, moviendo los pezones p… engancha un ojo. De lejos viene, agrandándose,

Historia del niño René Rosales y de la flauta encantada es una obra singular dentro de la poesía infantojuvenil hispanoamericana. Concebida como poema narrativo dividido en si...

Un día el zorro encontró un ramillete de uvas, después de no haber tenido bocado en las noches últimas. El animalito dio

«Envejezco» (Señor, te doy las gr… y «declino» (Señor, te doy las gra… muy más cerca de ti, mucho más cer… Me «marginan» (Señor, te doy las… y me «agreden» (Señor, te doy las…

En el principio el aire, en su danza ancestral, tocaba el iris de la noche.

De pequeño imaginaba tus contornos y buscaba la linde a tus dominios. Eras alto, grueso y fuerte, no des… la noche, te ocupabas en cumplir lo puesto a…

¿A quién le importará? Tanta materia se desgrana en redor del universo.… ¿A quién le importará, vasto infin… la piedra echada al mar en nuestro…