Cante juvenil
Húmeda mañana. Juntos, triscando como cabritos, dirigiéronse al pozo común de los… En su mano cada quien apretaba una… (doble y redonda;
Tu mano en mi mano siento como un río de sinceridad y, a flor de este sentimiento, declaro: “Soy uno y soy más”. Amigo,
Amo la quietud de los árboles, el bisbiseo de sus copas, la gracia y la velocidad con que s… No están quietos los árboles ni los fijan sus raíces:
Como si imaginamos que una punta y otra punta en sus centros se clavaran
Señor, ¿por qué se ha acrecentado el núme… de mis enemigos? Muchos son los que ahora se alzan… Ellos están diciendo de mi espírit…
Anteayer —hora undécima— al abrir los ojos vi cómo engordaba la gota.
¿Adónde fueron, jardines, quién lo… Quien los hizo caer en la impresen… desdibujó las líneas con brutal desamor. ¡Sentirnos otros haría esta vez ta…
Se planta el día de fiesta y bajo el arco del cielo vamos a pasar la tarde en charlas... con nuestro abuelo: viejo-niño que nos lleva
El fantasma Miguelito ya no tiene quien le tema cuando baja, cuando sube, cuando mueve la escalera.
—Entonces el bronce rodó por la pe… desenredando voces estridentes o a… En profusión formaron la noche de… una a una contaron historias verda… Una tras otra, otra tras otra, otr…
El conjunto de poemas que José Alejandro Peña presenta en este libro Suicidio en el país de las magnolias es una continuación en el tiempo de un oficio que desde el primer mom...
En el panorama poético de la literatura hispanoamericana contemporánea, pocas obras ostentan la coherencia conceptual, la densidad simbólica y la ambición estética que ofrece Poemas ...
Tus versos exquisitos, libres de ruido y fleco, vertidos en el aire flotan como los rezos de las ancianas, como
—Mírame, desnuda, temblando bajo el frío. —Óyeme, desnuda, comiéndome los párpados. —Como al infinito, como al vasto a…
—Soy el cocodrilo Lilo, de Damasco. Si me muerden, muerdo; si me rascan, rasco. «Al faisán del parque