Hay Dias de días
Hay silencios escandalosos, que hacen tanto ruido que logran nublan el corazón, hay días silenciosos donde el ruido no habita y se oyen cántaros, ríos, valles, vida sin parar.
Hay días de soledad, te acuestas en una cama vacía, entre sábanas vacías y oídos sordos, no duermes porque todo está malditamente vacio, no esperes la esperanza, porque de seguro la puerta no tocará.
Hay días donde la soledad se siente tranquila y serena, donde es fácil amarla.
Hay días de compañía agradable, conexiones inefables y miradas delatoras y hay días en que habitan ambas –la soledad de la compañía–, los que están sin habitar y besan sin saliva en sus labios, abrazan con sus brazos fantasmales y duelen como si fuera la ausencia de ambas.
La soledad y la compañía han sido mis mejores maestras pero del silencio es lo único que he aprendido.
