Aquella noche estabas muy bien presentada, como un hada, la luna como en esa noche en la que nada presentaba iluminaba a lo lejos la velada, tu cabello ensortijado dejaba su aroma por todo el espacio y tu sonrisa era como la que siempre ha esperado un bien amado, por eso te sigo esperando y no acepto ningún rapto, así tenga que renunciar a mi labor como caballero, porque nadie te quiere como yo te quiero.