#Colombianos #SigloXX La del farmacia Ángel
Me pregunta usted dulce señora Qué veo en estos días a este lado… Me habitan las calles de este país Para usted desconocido, Estas calles donde pasear es hacer…
Soñaba con vivir en el XVII, en medio de pájaros e insectos. Si le hubieran dado a elegir, podría haber sido una especie de Homero de los insectos, cantando su Odisea en un país de élit...
La infancia de Edgar Lee Masters Nunca supo Del galope tendido de los días. Menos aún, del eterno noviazgo Que el tiempo y la muerte
Voy por la calle con mi maletín de… Y mi billetera de becerro. Calzo zapatos de toro Y llevo un blusón rojo teñido en a… Toda mi ropa fue lavada por un sec…
Se iba por un sueño. En silencio, descalzos pies, pasos de musgo, recorría parajes blancos cubiertos por el fino talco de los muertos. De regreso del sueño, qué premonitorio el nombre ...
Imagino una calle. A la realidad le resulta oscura y le agrega un farol. Basta que la realidad meta bazas en el asunto para que el farol reproduzca la sombra de una prostituta. Ya no si...
Lamentable que este poema no ocurra en tiempos de grandes bailes. Las bocas metro arrojan a las calles que circundan las vecindades de La Bastilla gentes que de tanto ir bajo tierra, en...
Esta mano toma un fruto, La otra lo aleja. Una mano recibe al halcón, se quit… La otra lo ahuyenta, prende una an… Una mano escribe cartas de amor
La ciudad que me rodea Y se duplica en los charcos de la… Tiene un ropaje de sombras. El viento que viene del páramo de… Con su negro levitón nocturno
El ángel recorre los rincones de la ciudad con sus alas quebradas y los niños lo apedrean como a un viejo pájaro desplumado. Ni en la iglesia lo reciben sin dejar de hacerle signos de a...
Conozco a la mujer que lava el agu… Su fluir en el tiempo. Lava el escarnio de los días de gu… No le importa la soledad entre el… Que la ronda con viejas ballestas…
Los cristales se llenan de mujeres… Algunas entran por ellos hacia un… Donde los espejos son de hielo Y las grandes planicies esquimales Están tocadas de silencioso blanco…
¿Acaso un ángel terrible Llevándose a Lot hacia otro sueño ¿Vio a los hombres que nacen herid… Con vendajes ya puestos para la gu… ¿Acaso al ángel caído
Una puerta Abierta a la noche Y se pueblan los ruidos Las estancias. Sus rumorosas bisagras
Vendrá al atardecer, cuando el ruido callejero entre en las hendijas y busque mi corazón, que está en el patio. Girará la llave para entrar con sus gastados pasos. Reco– rrerá mis secr...