Defenderé el recuerdo que me queda de aquella calle inhóspita detrás de la estación de Copenhagu… Defenderé contra mí mismo ese recuerdo, cuando

En su oscuro principio, desde su alucinante estirpe, cifra inici… alguien, el hombre, espera. Turbador sueño yergue su noticia opresora ante la nada

Cuando leía porfiadamente y no sin desazón a Henry Miller, iba acordándome a trechos de muchas horas canceladas, rostro… desdibujados en algún rincón, luga…

Por los feudos del río Guadalete, ya en las cercas de espinos del cañaveral del Charco, aún subsisten los ruinosos porches de una casa

La verdinegra tapia que ceñía el jardín del prostíbulo, en parte… de rótulos obscenos, todavía conse… los mismos desconchones inclemente… las mismas mordeduras de musgo y d…

Vuelven los días cada vez más raudos a su casa nativa. Ya no saldrán nunca de allí. Traen

Detrás de la cortina un cuerpo esp… Nada es verdad si no su encarnizad… inminencia, esa insaciable culpa que a mí mismo me absuelvo aborreciéndome. Nada es verdad:

Recuerdo paso a paso aquel camino de tierra oscurecida por la lluvia… despiadados, alambradas hirsutas en las lindes y unos chopos sin ho… afligiendo al paisaje.

Vana interrogación la del que lleg… al Danubio a deshora y busca la memorable isla donde otro exilio más cruel que el del o… purgara Garcilaso.

Por los feudos del río Guadalete, ya en las cercas de espinos del cañaveral del Charco, aún subsisten los ruinosos porches de una casa

Comparecen los libros en lugares anómalos, se juntan con indolente asimetría: un tropel de vestigios locuaces,

Oigo a veces, en sigilosas noches otoñales, una oblicua graduación d… provenientes de Argónida. Es como un rastro agreste de hermosura y pavor, como…

Entra la noche como un trueno por los rompientes de la vida, recorre salas de hospitales, habitaciones de prostíbulos, templos, alcobas, celdas, chozas,

Su cuerpo está desnudo al borde de… lacustre, sólo se ven sus piernas asomando entre espumas repulsivas, se parece a una estatu… cubierta de criptógamas y a un ani…

Hasta que el tiempo fue reconstrui… bajo tu propia vigilancia, cuántas residuales versiones de los hechos fueron depositando su carroña en papeles, en bocas, en concienci…