Soy goloso al retener tus maravillas,
tus grandes peras incitan a mi diablo,
rosa solitaria en tus noches tan frías,
por el néctar dulce de tus flores poseído.
Tengo la fortuna de ser como los ríos,
ser pincel dibujando tu hermosura,
donde mis afluentes riegan tus lirios,
retocando tus ojos, y tus envidias.
Si tú eres mi tesoro más preciado,
si eres mi alegría; y mi tormento,
si eres la dueña de mis pensamientos.
Primavera, verano, otoño, invierno,
calientas mi ser, todos esos tiempos,
volcán y lava de mi río tan sediento.