#Catalanes #Españoles #Suicidio
Pasada la hora de las ignominias los viejos apagaron con tierra las… las mujeres y niños recogieron las… los hombres empuñaron el fusil. La ruta del desierto fue muy dura:
Alguna noche –las fogatas eran de dolor o de júbilo– la casa te veía desertar. Te abrías a una vida distinta, a un mundo
Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja como un aullido interminable. Hija mía, es mejor vivir con la alegría de los hombres,
Dónde tú no estuvieras, como en este recinto, cercada por… en cualquier paradero, conocido o… leería tu nombre. Aquí, cuando empezaste a vivir par…
Llegan apresurados y nunca dicen p… ni de dónde proceden y enseguida te piden dos mil franc… que casi siempre te han de devolve… o te quitan la toalla sin respeto
Digo: comience el sendero a serpea… delante de la casa. Vuelva el día vivido a transportarme lejano entre los chopos. Allí te esperaré.
Algunas veces llego presuroso, rodeo tus rodillas, toco tu pelo. ¡Ay Dios, quisiera decirte tantas cosas!
Como la piel de un fruto, suave a la amenaza de los dientes, iluminada, alegre casi, ibas camino de la muerte. La vida estaba en todas partes:
En los paseos junto al mar en las sillas de mimbre de los bar… reclinadas en suaves chaises-longu… fumando cigarrillos atrevidos y ex… vestidas de colores muy decentes
Érase una vez un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos. Y había también
Es fruto agraz al paladar y sedoso para los labios que han conocido su contorno y percibieron la afluencia. Ella jugaba aquella noche
A veces alguien te sonríe tímidamente en u… alguien te da un pañuelo alguien te pregunta con pasión qué… alguien mira a tu amante o a tu ho…
El amante de medianoche, el que ansió que ella le siguiera, el que cuenta las campanadas como un enfermo desahuciado; el que pone cara de cárcel