Poema infantil
Hay un bosque en mi cabeza, si te asomas podrás verlo,
mi verde pulmón alegre y lleno de vida.
Incontables árboles lo guardan,
tan perfectos, tan ricos en detalles,
que podría decirse que son diminutas copias de mí
al igual que lo soy yo de una copia más grande.
Cuando sale el sol en mi bosque no sabes qué contento se pone,
sonríe, lo toma entre sus manos y lo acomoda junto a su blando pecho
dejando que su luz lo llene de vida.
Cuando va a anochecer,
un carbonero vuela hasta mi oreja
y vemos juntos cómo cierra los ojos en silencio,
esperando paciente la llegada del nuevo día.
Ayer se posó tan cerca de mi oído que pude escuchar sus pensamientos.
Advertían la llegada del otoño,
tan húmedo y frío que hará que los árboles se desnuden
engalanado el bosque con alfombras color amarillo y ocre
que invitan a los paseantes a perderse por sus caminos.
Preferido o celebrado por...
