Javier Montano

Compatible

Como la pólvora y la muerte

Dos años, dos benditos años y aún sigo impregnado con el beso sabor labial y vodka que me dejo la última vez que la vi, todo sería diferente si tan solo hubiese sido atracción sexual lo que sentía por ella, todo hubiese acabado al día siguiente de amanecer a su lado, pero no... Ahí estoy yo, el idiota que vio el alma de una persona, que encontró a alguien con quien pudo ser el mismo, que no tenía ningún guion mental en la cabeza para hablar con ella, que amaba sus defectos por encima de sus virtudes.
Por alguna extraña razón el ser humano tiende a ser autodestructivo, esa misma razón hace que ella se aleje y a la vez sea tan compatible conmigo, somos el mismo color pintado en un tono diferente.
Ella, prefiere los días lluviosos en sus ojos a lado de una persona que no cuida un solo pétalo de la única flor que broto en su jardín.
Yo, prefiero vivir en el pasado y arrastrar su recuerdo como una cruz que por puro masoquismo decidí cargar, una cruz echa de un amor tan puro que provoca esa densidad al materializarse como recuerdo y hasta el día de hoy aun siento el peso de cargarla.




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