Adiós.
Lucifer
Es tiempo de decirte adiós y aceptar que no me prepararás una de tantas pastas que presumías te quedaban deliciosas, aceptar que por lo pronto no veremos las 4 temporadas de “Lucifer” juntos, acurrucados en la cama para después comenzar con una pelea de almohadas de esas que terminan en besos y en hacer el amor. Es tiempo de entender que yo no fui lo que buscabas, que me parecía y por eso me regalaste meses de besos de ensueño y abrazos que brindaban calma. Es momento, y aunque no quisiera, debo decirte adiós con lágrimas en los ojos y el corazón en la mano, ése corazón que ciegamente te había entregado, ese que por medio de atardeceres llenos de risas tú habías descongelado. No dudes que extrañaré recordarte, que anhelo algún día volver a encontrarte, mirar esa hermosa sonrisa que te cargas y ese acento único que tenía tu voz cuando me llamabas “amor”. Hoy es el día, el tan esperado día donde a mi lindo chico de la sonrisa coqueta, pestañas largas y cabello siempre despeinado le deseo suerte y buen adiós.
