#Cubanos
Ven, dulce amiga, que tu amor impl… Luzca en tus ojos esplendor sereno… Y baje en ondas al ebúrneo seno De tus cabellos fúlgidos el oro. ¡Oh mi único placer! ¡oh mi tesoro…
El cielo está puro, La noche tranquila, Y plácida reina La calma en el mar. En su campo inmenso
¿A Minerva te consagras? Perdone Amor tu imprudencia: Advierte que tanta ciencia No es propia de la beldad. No: tu sencillez conserva,
¿Por qué el tiempo en sus alas fug… Llevó el siglo dichoso En que abrasaba el pecho en llamas… El canto poderoso, Y a los míseros siervos alentaba
¡Genio de Libertad, mi voz te imp… En todo clima tu fogoso aliento Esparció vida y luz, salud y glori… Por ti clamor inmenso de victoria Estremeció de Maratón los ecos,
Triunfante Sila, cuyo carro fiero En las ruedas giró de la fortuna, La antigua libertad desde tu cuna Fue tu divinidad, tu amor primero. Pero la Roma vil en que viviste
¡Cuánto es bella la tierra que hab… Los aztecas valientes! En su seno En una estrecha zona concentrados, Con asombro se ven todos los clima… Que hay desde el Polo al Ecuador.…
Hija de la beldad, ninfa divina, ¿Cuál es el alma helada Que al girar de tu planta delicada No se embriaga en placer? La orqu… Y al compás de sus ecos presurosos…
Reina el sol, y las olas serenas Corta en torno la prora triunfante… Y hondo rastro de espuma brillante Va dejando la nave en el mar. “¡Tierra!” claman: ansiosos miramo…
Cuando en el éter fúlgido y sereno Arden los astros por la noche umbr… El pecho de feliz melancolía Y confuso pavor siéntese lleno. ¡Ay! ¡así girarán cuando en el sen…
Arco sublime de triunfo, Que adornas el vasto cielo, Cuando su confuso velo Recoge la tempestad; No al oráculo severo
Jamás puede un tirano La cadena cargar al pueblo fuerte Que enfurecido se alza, lidia, tri… O sufre noble muerte. ¡Pueblos famosos de la antigua Gr…
Es media noche: vaporosa calma y silencio profundo el sueño vierte al fatigado mundo, y yo velo por ti, mi dulce amante. ¡En qué delicia el alma
¿Qué tristeza profunda, qué vacío siente mi pecho? En vano corro la margen del callado río que la celeste Lola al campo se partió. Mi dulce amiga…
¡Cuán inmenso te tiendes y brillan… Firmamento sin límites! Do quiera En el puro horizonte iluminado Por la argentada lumbre de la luna… Te asientas en el mar. Las mansas…