...dejando la pluma, como toda bue… a la mano de aquel que con sombras escribe, habla, tal vez porque la oralidad es camb… tal vez porque la música no le hac…
(Después de lo dicho, lo no dicho) ... también este poema es tu recue… algo cuyas palabras el silencio hu…
el romántico bienestar de mi alma… de quien sueña un sentido y despierto—en el cuerpo el infier… un cielo enorme de belleza y frío,… y debajo, en una piedra, alguien q…
Hablando de corazones como si importara la sangre. Pero importa, y mucho, desangrarse… Y puesto bajo una luz, una sombra que late;
Hoy no publique; te escribí un par de poemas, qué noticia...(!!!!!!!!!!!!!!!) Los escribí ebrio de Venus y de L… Están en el cajón.
Te odio, amor, porque me fuerzas a escribir constantemente, con la práctica de un obsesivo, lo que no me importa, quiero decir, lo que no es, lo que fue, no lo que será (lo importante),...
Sin duda todo desaparece. Sin dud… El cuerpo, la máquina se rompe. La piedra pierde piedras en el agu… El agua pierde gotas que se herman… Y la sangre deja de ser la sangre,…
Necesito abrir mi oido como si fuera un corazon. Cuantos habran que quieran ser escuchados y a cuantos escucharé... Necesito que el canto pase en mi como en el aire. Necesito, pero por ...
Soledad alejada, desolada; cuánto de alejada y desolada hay e… lo que viene a decir: estás lejos,… estoy solo y tu estás sola.
Estas palabras donde apenas estoy. Con mucho esfuerzo trato de estar. Las palabras pueden ser un lugar,… Y mi voluntad no es sedentaria, a… Y, a pesar de mi cuerpo que muere,…
Es tan triste esa nada la cual ama…
en el mismo pedazo de cubo que son… los límites de mis ojos escribo sobre una tabla, en un met… la performance que enmascara mi tr… soberbio
hasta mi poesía entumecida por est… este mundo ya no escucha
Subí al ascensor. No sé si toqué algún botón, pero s… Aburrido, noté que no se marcaba e… de ningun piso bajo el cero o sobr… El viaje, paulatinamente, aparenta…
En el instante de la profundidad estabas lejos y tu máscara en mis manos. Y todo, incluso la noche, había te…