#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresSevillanos #RimasYLeyendas
Me han herido recatándose en las s… sellando con un beso su traición. Los brazos me echó al cuello, y po… partiome a sangre fría el corazón. Y ella prosigue alegre su camino,
Si de nuestros agravios en un libr… se escribiese la historia, y se borrase en nuestras almas cua… se borrase en sus hojas, te quiero tanto aún, dejó en mi pe…
Al ver mis horas de fiebre e insomnio lentas pasar, a la orilla de mi lecho, ¿quién se sentará? Cuando la trémula mano
Hace algunos meses que, visitando la célebre abadía de Fitero y ocupándome en revolver algunos volúmenes en su abandonada biblioteca, descubrí en uno de sus rincones dos o tres cuaderno...
Cuando miro el azul horizonte perderse a lo lejos, al través de una gasa de polvo dorado e inquieto, me parece posible arrancarme
Por una mirada un mundo; por una sonrisa, un cielo, por un beso...¡yo no sé que te diera por un beso!
Como se arranca el hierro de una h… su amor de las entrañas me arranqu… aunque sentí al hacerlo que la vid… me arrancaba con él. Del altar que le alcé en el alma m…
Este armazón de huesos y pellejos, de pasear una cabeza loca se halla cansado al fin, y no lo e… pues, aunque es la verdad que no s… de la parte de vida que me toca
Lo que el salvaje que con torpe ma… hace de un tronco a su capricho un… y luego ante su obra se arrodilla, eso hicimos tú y yo. Dimos formas reales a un fantasma,
Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el arte los vista de la palabra para poderse...
En una cartera de dibujo, que conservo aún llena de ligeros apuntes, hechos durante algunas de mis excursiones semiartísticas a la ciudad de Toledo, hay escritas tres fechas. Los suceso...
Las ropas desceñidas, desnudas las espaldas, en el dintel de oro de la puerta dos ángeles velaban. Me aproximé a los hierros
Hoy la tierra y los cielos me sonr… hoy llega al fondo de mi alma el s… hoy la he visto..., la he visto y… ¡Hoy creo en Dios!
¡Cuántas veces al pie de las musgo… paredes que la guardan oí la esquila que al mediar la noc… a los maitines llama! ¡Cuántas veces trazó mi triste som…
Tú eras el huracán, y yo la alta torre que desafía su poder. ¡Tenías que estrellarte o que abat… ¡No pudo ser! Tú eras el océano; y yo la enhiest…