Gracia

Veintiuno en veintidós

“Adios”

Te recuerdo... te recuerdo con frecuencia, más de la que me gustaría.
Tus ojos, que no me miraban
Tus labios, que me utilizaban violentamente
Tus brazos, que me sujetaban pero no me agarraban
Tus dientes perfectos, mordían mi piel
Tus manos, tus manos...
Perfectas, las reconocería en cualquier vida, me tocaban como si fuera la única criatura en este mundo, tan limpias, tan grandes.
Tu corazón, del cual me enamoré, desviví y anhelé que me amara.
Tu.
No se si te ame, es vergonzoso si si, por qué todo sucedió en mi cabeza y en mis anhelos de tenerte, y en que me amaras y no es tu culpa.  Hoy te recuerdo con amor y te lo deseo, espero lo encuentres.
Estoy tranquila, agradezco tu vida y oro por ella, por que encuentres tu camino y hagas el bien.




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