Querida luna: estoy perdido en tu ausencia
Guardián de la noche,
ojo del cielo,
ilumíname, ilumíname
el camino que yo no veo.
Necesito tu luz,
necesito esperanza.
Ilumíname, mi brillo
te suplica una alianza.
Estoy perdido
en la oscuridad.
Ilumíname, solo tú
como guía me puede ayudar.
Me ahogo en el mar
de las pecas de tu cielo.
Ilumíname, ilumíname
te lo ruego.
Necesito tu presencia,
saber que estás ahí.
Ilumíname, lo último que me falta
es perderte a ti.
Y aunque a los hombres viles
tú no permitas gozar
del brillo que tú encandiles,
ilumíname, por favor,
vuélvete dócil ante tu perdón.