Una y una, dos. Dos y una, seis. El pobre burrito contaba al revés. ¡No lo sabe!

Duérmete, mi gata Chundarata, se han dormido los juguetes y tú sigues dando la lata. Duérmete, que es la una. Duérmete, mi cascabel

En el árbol de mi pecho hay un pájaro encarnado. Cuando te veo se asusta, aletea, lanza saltos. En el árbol de mi pecho

¿Dónde está Dios?... Se ve, o no… Si te tienen que decir dónde está… De nada vale que te diga que vive… Que Dios está en las flores y en… en los pájaros y en las llagas,

Cada abeja con su pareja. Cada pato con su pata. Cada loco con su tema. Cada tomo con su tapa. Cada tipo con su tipa.

Nadie me quiso tanto como yo quise. Siempre gané amando. Soy medalla de oro en saltos de ternura.

Las cosas, nuestras cosas, les gustan que las quieran; a mi mesa le gusta que yo apoye lo… a la silla le gusta que me siente… a la puerta le gusta que la abra y…

El dolor envejece más que el tiemp… este dolor dolor que no se acaba, y que te duele todo todo todo sin dolerte en el cuerpo nada nada… A tantos días de dolor se muere un…

Ya no soy la niña amarga que tenía un mar de llanto y alta ortiga por el alma. Ya no soy la niña enferma que al oír risas lloraba;

Padre: Hace quince días que no duermo con… Me acuso, de no haberme ganado la vida con l… de haber tenido lujo innecesario

Invade el mundo un ¡ay! un ay atroz, y siempre el ¡ay! del ¡ay! es ley… el ¡ay! porque no hay. El ¡ay de mí!

El corazón, la fruta de mi pecho, cada día se pone más sabrosa. Yo creo que la luna es una rosa que huele por la tarde a mar. Aún cuando te veo, me emociono.

Don Pato y don Pito dan un paseíto. —¡Qué suerte, don Pito, me encontré este güito! Y los dos le quiere

¿Dónde está Dios?... Se ve, o no… Si te tienen que decir dónde está… De nada vale que te diga, que vive… Que Dios está en las flores y en… en los pájaros y en las llagas, en…

Cristales de tu ausencia acribilla… que se esparce en la noche por el glacial desierto de mi alco… —Yo quisiera ser ángel y soy loba—… Yo quisiera ser luminosamente tuya