Nunca me cansaría de mirarte, agua de oro, lámina de oro, ondeante pendòn con flecos de oro mojándose en el negro azul bahía. El Reina del Pacífico

Sostenidas por olas zozobrantes van llegando las naves el vigía ha gritado Puerto Chico Las naves se desnudan para entrar en el nido

El ciego azar del mar martilleando… cincelando, besando la pasiva dureza de la roca fue logrando una escultura viva y transitiva. Y la roca que al arpa jamás cede

La nave que dio a luz el horizonte pliega sus alas como quien cierra un libro Al ver a la fragata todas las chimeneas

Nordeste azul, ¿de qué minas y goz… de sal, de sol, de qué hébridas o… acarreas tus risas, tus fablillas, tus repentes de luz, tus alborozos… Lámina azul sobre los verdes pozos…

Adelantada tú en el mar violento, se estrella en ti el retumbo de la… que se abre y alza en férvida coro… con raíz de galerna y de tormento. Sube el globo—tan blanco—sube lent…

La peña de Memnòn. Si el sol la b… sones de arpa se abren como rosa. ¿Còmo del Alto Nilo tú, princesa, rondada aquí del ala tenebrosa? Al par de las cabezas del escudo

Arena que vas, arena que vuelves. Fiel a tu compás, jamás te disuelves. El aire te besa,