En el camino que aún recorres, no recojas aguas derramadas.
La fuente que más cerca tienes, no es siempre de la que mejor agua mana.
Aquella que está a la otra orilla, ¡si! Aquella que a la luz brilla...,¡tiene el agua más clara!
Bañate desnuda en ella y como talismán protector de vida,
te proporcionará escudo, capa y espada.
Con los que podrás abatir dragones,
en ¡tu cuento de hadas!