Otro poema para ellos
El tiempo borra los detalles,
destuerce las memorias,
La cara de la gente
se va borrando.
Los diálogos
fueron dichos o los inventé?
Confusa la mente se esfuerza,
y aunque uno quiera
sabemos que miente.
Pero hay en mí
unos recuerdos intactos,
cuando se trata
de dos amores.
Mis dos amores de distintos colores
con olores similares.
Y al revés,
por más que intente,
me apuñalan a cada día
con su tristeza
y su alegría,
como si fuese el presente,
me sigue a todas partes.
Y por más que intente
el olvido,
sus faces se tornan más consistentes,
el sonido de sus narices.
Persiguiéndome sus pasos
por todo el espacio,
sus ojos me clavaban el alma,
el alma que la culpa consume.
Y aun los veo
como si fuese a un instante,
cintilando mi ser,
comunicando el amor,
através de ocho patitas
y cuatro puntitos brillantes.
Gabriela Quenard Nemitz
