Miras, con ojos luminosos, mientras hablo, mis ojos. Los cabe… son fuego y seda, y el rosa laberinto del oído desvaría en la noche,

Rubores, rostros, movimientos, cue… la línea transparente que desune la piel y el aire; los sedientos h… que aniquilan los labios, las meji… y en donde el uso se consume en fu…

Al aire del jardín la cama está revuelta de sábanas y… y en ellas está el cuerpo solitari… Velan los ojos, en las sombras del… las tapias,

La niña, con los ojos dichosos, iba –rodeada de luz, su sombra por las viñas– a la mar.

Dentro de aquella descarnada igles… la nave era una sombra, cuyo alien… era un vaho de siglos, y en la hon… vimos la luz sesgando el alto muro… Y el sueño humano allí, con los co…

Tus nocturnos cabellos de oro, rac… vericuetos de la paciencia y asomb… ¿cómo usar de ellos, pues que sin… existen? Tentación de la mano, si no desenr…

Había una barcaza, con personajes… en la orilla dispuesta. La noche d… sepultada. Y más allá aquel barco, de luces m… en donde se apiñaba, con fervor, a…

Dentro de la mortaja de esta casa en esta noche yerma con tanta sole… mirando sin nostalgia lo que en mi… lo que no pudo ser, esta ruina extensa del pasado,

Todos los días pasan, y yo los reconozco. Cuando la tard… con su calzado y ropa deportivos, yo ya conozco a cada uno de ellos,… o aislados,

Si no hay conocimientos en las cen… dejémoslas caer en la belleza frág… de este rosal que tiembla en el ot… ¿Amar, qué significa, si nada sign… Huésped del tiempo esquivo, desnud…

Ladridos jadeantes en el césped le hacen mirar, con el calor el dí… va rodando a su fin y de las rosas sube un olor, y una inquietud cons… En el silencio rueda la alegría

¿Pero cómo saber, sin la mirada, la hermosura del bosque, la grande… El bosque estaba tras de mí; lo co… mis oídos: el rumor de sus hojas, la confusión del canto de sus pája…

Trajo el aire la luz, y nadie vigilaba, pues la robó en… se originó en las sombras, la luz que rodó negra debajo de lo… Casa desnuda, seno de la muerte,

En este vaso de ginebra bebo los tapiados minutos de la noche, la aridez de la música, y el ácido deseo de la carne. Sólo existe, donde el hielo se ausenta, cristal…

No para ver la luz que baja de los… incierta en estos campos, sino por ver la luz que, del oscur… a las hojas asciende y las abrasa. Yo no he salido a ver la luz del c…