Me fallan los ojos a veces; a veces, me faltan ojos
Dos piedras en su lugar impresionan como pozos de profundidad variable
Rezagos de humor vítreo, fósil recuerdo de días en tecnicolor
Ojitos pétreos, recipientes de aquello que no quiere ser visto
Disonancias aperceptivas, a las que llamo ideas
Ideas que llamo por su nombre, pero antes eran mías
Pensaba tenían mi su nombre
¡Miserable esencia hedonista e incendiaria de aquella!
Una cosa es ser anacrónica, otra es ser amnésica
Una cosa es una cosa, otra es una cosa
Y no soy la que era, pero a momentos la que seré
Omito palabras por confundirlas con ignorancia
El cántaro se quiebra porque no tiene quién le de agua,
De pena y sed entonces se quiebra
Si nadie lo vio, sin embrago, no pasa nada
No hay cantaros ni quiebres