He visto emerger demonios de oscuros bosques y lechos. He visto renacer de la oscuridad lagos de fuego. He visto a los hombres

Desde el sol sublime de occidente me llamó. A través de un sueño se mostró ante mí y me sentí pleno… Danzo en mi sueño profundo

Recorre el cielo oscuro la noche más larga las estrellas al noroeste no las vuelvo a ver. La luna, detrás de la montaña

Y ahora renuncio a la posesión de mí mismo. Ya no soy yo, si no otro. Me transfiguro en la nada,

Vuela cariño, haz que de tu cuerpo broten alas, elévate sobre esta tierra árida, mira hacia abajo,

Siempre habrá más poesía que poeta… y menos poemas que poesía; porque la poesía cae del cielo y brota de la tierra.

Hoy no escribí poesía pero igual este es un poema. Hoy estoy tirado en el suelo viendo a las mariposas que vuelan. Con ellas el invierno viene

Observaría el universo a través de tus ojos sin embargo cuando miras los míos es el universo

Que gran locura esa la mía, la de querer ser todos y no ser ninguno. Que gran locura esa la mía, la de creerme rey

Hallare tu nombre bajo las piedras del mar, junto a las olas que se golpean entre ellas. Seré el cómplice y vidente

No he sido ya de ningún sitio, ni pertenezco más a esta esfinge. Cuadros que decoran mi cuarto. ¿Los huéspedes se han ido? Y si regresasen, ¿Quiénes serían?

Mi yo individual ha muerto ¿Quién soy yo, sino tú? Yo soy el todo y la nada Soy el nulo El improbable

Sufro porque te amo sufro a ratos: cortos largos... El amor lo sufro

Me vi mirándome desde lejos, inmóvil se me termino el día, paralizada la noche vio mi rostro, ante un espejo casi imperfecto. ¿Qué he de amar?