Te mataron y no nos dijieron donde enterraron su cuerpo, Pero desde entonces todo el territorio

No es que yo crea que el pueblo me… porque yo sé mejor que vosotros qu… Ni tampoco que pretenda pasar con… porque yo sé que el pueblo la derr… Ni que haya querido erigirme a mí…

Las pesadas gotas parecen subiendo la grada y el viento golpeando

Yo no canto la defensa de Stalingrado ni la campaña de Egipto ni el desembarco de sicilia ni la cruzada del Rhin

Tú que estás orgullosa de mis versos Pero no porque yo los escribí Sino porque

De pronto suena en la noche una sirena de alarma, larga, larga, El aullido lúgubre

Todas las tardes paseaba con su madre por la Landetrasse Y en la esquina de la Schmiedtor todas las tardes

Hay un lugar junto a la laguna de Tiscapa —un barco debajo de un árbol de quelite— que tu conoces

Cuando los dorados corteses florecieron nosotros dos estábamos enamorados todavía

Si tú estás en Nueva York En Nueva York no hay nadie más Y si no estás

Aquí pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto Y sin un peso Sólo poetas, putas

Tomarse con los brazos el uno al o… dándose cada uno a los brazos del… Qué diferente sentirte dentro de u… que sentirse uno solo dentro de un… es decir, vacío.

De estos cines Claudia, de estas fiestas, de estas carreras de caballos, no quedará nada

Tus ojos son una luna que riela en una laguna negra Tu pelo las olas negras bajo el cielo sin luna

¡Mi gatita tierna mi gatita tierna! ¡como estremecen a mi gatita tierna mis caricias en su cara