Qué angustia siento al advertir qu… heridas y sangrando las rodillas de la desobediencia, y que sobre la rama tu descuido maduró hasta volverse una caída.

Vivo porque me induces a temerte. En el campo minado de mi entraña tu presencia me emplaza a la artim… de cuidar de cuidarme de tenerte. Paradójicamente, me da suerte

Isla acariciada a dos manos por mar antiguo, añejo, de cosechas anteriores a Cristo. Olas que son música y poesía,

Te amo con los principios esencial… que aprendí de la lógica: primero, con el de identidad: en ti me espe… y salgo a despedirme cuando sales. Después. como seguimos desiguales

Cinceló en consonancias su lamento… Se encomendó a la musa de la nada. Con clandestino adiós bajo la almo… le platicó a su majo el torvo inte… Conjugación: futuro polvoriento.

Subió los escalones del edificio. Y al llegar a la última ventana subió las piernas, cerró los ojos y se arrojó. Nadie sabe el infinito número

Hecho indiscutible; los poetas envidiosos se van a ir al infierno. La tristeza por el poema ajeno va a ser castigada con lujo

Hormigas en la piel del arrebato, uñas que merodean un delito, labios al hombro, piernas de grani… dulce rompecabezas de lo grato. Promisa división: el garabato

El diluvio se inició hacia la madr… Los primeros indicios de la aurora… anegados. El agua tuvo la pretensión de sust… atmósfera.

¡Qué derrumbe! ¡Qué aguacero de dioses! ¡Qué lodazal formado con el agua iracunda del Diluvio!

Todo lo introducía bajo la almohad… Su temor. Las miradas ambiguas de Doña Marg… El juego de palabras con el que se regodeaban

Como una dura exhalación volante cruza del aeroplano la silueta. Baja un paracaídas y un poeta y prosigue su ruta trashumante. El lírico despojo, luz mediante,

Don Juan no supo cómo detener el paso de los días. Ni donde guarecerse de la lluvia torrencial de segundo… que se le vino encima.

Entrechocamos, tras de la fiesta,… Somos tres pieles en torbellino de… se va al crescendo, sin dudas, pre… tortuoso y dulce, con el dañino ja… Tropel de carne, fue la respuesta.…

Ni roto altar, sino prisión desier… Pero no solamente te evadiste de l… palpitación del pulso, de la ofert… en que el tiempo, el espacio y lo… Cambiaste tu mazmorra por la puert…