(2012)
#Mexicanos En Folleto de descuido imposible lo un
En nuestra América, donde los mur… sirven para inscribir un rechinar de dientes, el gruñir de las rodillas en el po… una injuria expansiva de nunca aca…
En la línea fronteriza con que mi identidad pinta su raya… te hallabas tú, encabezando la lista de mis prohibiciones,
Hay una infinidad de fragancias po… en las flores que crecen en el Nue… El olfato puede extasiarse aquí re… la mayor galería de perfumes del globo terráqueo.
Hormigas en la piel del arrebato, uñas que merodean un delito, labios al hombro, piernas de grani… dulce rompecabezas de lo grato. Promisa división: el garabato
No es posible derramar dos veces e… Los ojos peregrinan, con el tiempo… hasta ser un asilo de dos niñas ancianas. Centellean su eterna distinción co…
Gemelos en pie de guerra, La Concordia ve a la Discordia como su podrida media naranja o el odio de su vida. Eros y Eris tienen la unidad
Cuando niño, muy niño, mantenía mi… la vejez se encerraba en el armari… de la mujer canosa que el rosario… zurciendo, fatigada, su apatía, ca… A la vejez, ya joven, la veía como…
En un tiempo fui parte de la fracción erótica del Partido Comunista. Era un partido dentro del partido como un ciego que se esconde en un…
Tan sencillo como esto: vivir indignamente entre algodones (que llegan al oído para tapiar al yo, para dejarlo sin nexos con el mundo),
Compañeros canes: Aprovecho esta concentración para tomar por asalto la palabra y decirles mi desdén, mi resistenc… por la vida de perros
En medio del silencio, el de repen… del grillo. Y en las aguas, el anz… en que pican los ojos y el anhelo de hallarse en alto lago barcament… Hay en Chapultepec (en un ambient…
Yo, señores, nací con la herencia de no sé cuántos líricos genes. De poetas soy hijo, soy nieto. Genealógicas ramas maduran la presencia de varios plumajes
Ayer, amada mía, pecho adentro te enterré en la rotonda de mis sueños ilustres. Hoy me desperté crudo, mujeroso.
A mitad de la noche, desprendido de una de las galaxias de mi techo… baja hacia a mí, con su aguijón de… el horadante y pérfido zumbido. Me arropo en un temor. Sufro de r…
Tras de orgear intenciones al cont… los dedoseos saltan, carnenciosos, se prestan su sexamen y mustiosos besoban las espaldas al tactento. Son tres o cuatro son –amalgamient…