Madre, tú eres la flor más sencill… rosa sin espinas, blanca y callada… que abre sus pétalos en la orilla de un río manso al romper el alba. Tus manos tejen silencios hondos,
Desde los páramos salvajes de Yorkshire hasta los rincones más íntimos de la mente humana, un puente invisible se tiende entre dos almas creativas separadas por el tiempo y la distancia...
La luna se ha detenido en el jardín de mi alma, donde las flores de la noche despiertan con suave calma. Su luz plateada se desliza
Eres viento sin camino, eco errante entre la sombra, un susurro que se nombra sin destino, sin destino. Ríes alto, desafiante,
Quise olvidarte, pero eras el eco, la raíz que insiste en crecer en mi pecho. Me impuse silencio
En la penumbra suave del recuerdo, susurra el viento nombres del ayer… como un rumor que insiste en renac… dejando el alma rota y sin acuerdo… Los días van, la ausencia los gobi…
Cinco minutos bastan, oh Santo Espíritu divino, para encender en mi pecho tu fuego puro y eterno. En el primer minuto,
El viento juega risas en la tarde, se enreda en los ramales de los ál… el cielo, entre las nubes de color… suspira mientras vuela su relámpag… Los pasos danzan libres por el día…
En tu cabello, reposa la noche, Besando tus lilas, tímida oreja, Perfuma una lágrima, furtivamente. Cómo tus ojos, fulguran estrellas, Bordan destellos, tu faz de luna,
En el jardín de mis sueños, las rosas florecen vivas, y aunque las penas esquivas, se ocultan tras sus leños. Sus pétalos son pequeños
Brotó tu amor en medio del inviern… febrero ardía en ráfagas de hielo, y en tu mirar, profundo y tan eter… sentí la luz brillando en mi desve… La lluvia danzaba sobre tu piel,
Oh, Domingo, divino clarín del al… de luz ornado, celestial jornada, emanas del cielo tu paz sagrada, reposo eterno, quietud que salva. Se yergue el día cual himno ascend…
Caminé por campos verdes, bajo un cielo inmenso que se extendía como una sábana azul. El viento me susurraba historias antiguas mientras la brisa acariciaba mi piel. A mi alrededor, las...
La tarde, como un pañuelo tibio, acaricia los hombros de la tierra. Todo calla, menos el viento, que murmura secretos a las hojas desveladas.
La vida es una danza macabra, Un juego de espejos y realidad. Nos aferramos a los fragmentos, Buscando en ellos la eternidad. Somos átomos en el vacío,