Caminante que avanza entre sombras… con pasos firmes aunque duela el i… llevas el peso del mundo en la esp… pero sigues, aunque el alma se que… Caminante que nunca pide tregua,
El alma, cual balandra en el océan… se enfrenta a las tormentas con ve… Los vientos del destino, con furia… probando la resistencia de las fib… Cada ola que embiste, cada golpe d…
La muerte, juez silenciosa, llega sin previo aviso, borrando imperfecciones con su frío compromiso. Ya no hay tiempo de enmiendas,
Quisiera que este instante se detu… Para siempre admirar tu faz de est… En tu mirada, mi alma se viera, Amada eterna, en tu regazo, presa. Tus ojos, un cielo azul profundo,
En las alas del tiempo vuelo, con la fuerza de mis sueños, cruzando los cielos, en busca de mi destino. Mi alma es un ave libre,
Me dicen que estoy loco, que vivo en otro mundo, que sueño y desvarío en un abismo profundo. Mas yo sé que no es sueño,
Es que deseo leerte por siempre, s… Desde antes, como verso, yo a ti t… Con tinta invisible, plasmé mis an… Palabras que solo el corazón puede… Tus páginas son un lienzo donde pi…
Árbol erguido en la llanura, Desnudo y solitario estás. Testigo mudo de la amargura, Que el tiempo lento va a borrar. Tus ramas secas hacia el cielo,
Hay veces que la lluvia es un salm… que cae en nuestros patios, moja l… Suave caricia que limpia el alma, refresca los campos, calma los mal… Sus gotas se deslizan por las hoja…
En noches tempestuosas, bajo un ci… Tu sonrisa brilla como el faro más… Tus ojos, un océano de amor infini… Donde mi alma encuentra su dulce r… Como rosa roja, tu aroma embriaga,
En los jardines del alma, los liri… Su belleza etérea, en el viento se… Sus pétalos de zafiro, delicados y… Como susurros celestiales, al cora… En el manto de la noche, su fragan…
En la primavera de mi edad florida Hallé el dolor que el alma me desg… Pues una flecha, de repente herida… Mi pecho traspasó con cruel amarra… Miré a la causa de mi mal, rendida
El hierro canta en la fragua, llora el fuego sin cesar, y cada golpe que suena parece mi alma temblar. Martillo que va golpeando
En el pueblo de la luna, donde el sol nunca se asoma, la calaca se pasea, con su risa que desploma. “¡Ay, mortales, no teman!
Traspasando fronteras, hilvano el… Distancias separadas, unidas por m… Soy nómada del tiempo, tejiendo la… Fijando horizontes, rasgando la pe… Las hebras de la vida, un entramad…