Natural y Celestial
En el susurro del viento que acaricia mi rostro,
siento la melodía celestial de su soplo,
un mensaje divino que me envuelve y me abraza,
y me lleva a un lugar donde la paz se despliega.
En las olas del mar que bailan con gracia infinita,
veo reflejados los destellos del cielo estrellado,
un océano de sueños y esperanzas que me invita,
a sumergirme en su abrazo y sentirme renovado.
En las montañas que se alzan con majestuosidad,
encuentro la fortaleza y la grandeza del universo,
cada cumbre es un peldaño hacia la eternidad,
un recordatorio de que en la naturaleza hay un verso.
En los bosques que susurran secretos al viento,
descubro la magia y la poesía en cada rincón,
donde la vida se despliega en su esplendor lento,
y la conexión con la Tierra se hace más profunda unión.
En las flores que despliegan su fragancia delicada,
contemplo el renacimiento y la belleza efímera,
cada pétalo es un poema que el viento declama,
y en su humildad encuentro la lección más sincera.
En los pájaros que surcan los cielos con gracia,
escucho la melodía celestial que entona su voz,
un canto de libertad y esperanza que me abraza,
y me invita a volar hacia mis sueños con gran soltura.
En la danza celestial de la naturaleza,
encuentro la poesía que llena mi ser de emoción,
cada elemento es un verso que lleva la grandeza,
y en su esencia celeste encuentro la inspiración.
Que cada elemento natural y celestial nos guíe,
a conectar con la belleza y el misterio del universo,
a cuidar y valorar nuestro hogar, donde la vida se deslice,
y a encontrar en su grandeza la paz en cada verso.
