Yo vengo viajando hacia ti,
Porque hueles a melón maduro,
Tu aroma dulce me atrae,
Como un imán a un hierro puro.
Por valles y montañas crucé,
Siguiendo tu rastro embriagador,
El viento me susurraba tu nombre,
Guiándome hasta tu corazón.
Tu piel suave y aterciopelada,
Es un deleite para mis sentidos,
Tu sonrisa, un sol que ilumina,
Mis días oscuros y escondidos.
Yo vengo viajando hacia ti,
Porque eres mi melón deseado,
Tu dulzura es mi antídoto,
Para un mundo de penas rodeado.
En tus brazos quiero descansar,
Y perderme en tu aroma embriagante,
Que me envuelva en un manto de amor,
Y me haga sentirme un ser radiante.