En la bruma de páramos solitarios, susurra el viento entre brezos cal… La luna pálida baña la llanura, reflejando sombras de eterna dulzu… El eco de pasos en la noche fría,
Oh dulce aurora, mi pecho anhela, tu luz que vuela y me devora. Tu voz sonora
En el jardín de mi esperanza, donde sueños florecen con pasión, un ramito de ilusión se alza, llenando el aire de emoción. Cada pétalo, un anhelo anidado,
Ojos abiertos, mirada perdida, Oídos atentos, sonidos sin sentido… Siento el pecho oprimido, El alma ausente, el corazón dormid… ¿Dónde está la chispa que solía ar…
La noche es clara, cantan los pastores, bajo la estrella brotan mil amores. En un pesebre,
¿Quién soy yo para juzgar el desti… De un ser que respira, con alma y… ¿Qué derecho tengo para definir, Si alguien merece vivir o morir en… Soy polvo y ceniza, frágil y morta…
Como ave al viento, te amo y te qu… Mi amor por ti, profundo y verdade… El árbol busca altura y verdor, Así te anhelo, mi dulce amor. El niño respira, su vida es pura,
No es que el amanecer sea mejor que el atardecer, es simplemente que el cielo sabe cambiar de piel. El alba despierta el día,
Era apacible el día de primavera, primavera suave que el viento traí… traía en susurros la luz que encen… encendía en tus ojos la paz verdad… Era tu voz como brisa sincera,
La primavera despierta, con su aliento de colores, renacen nuevos amores y la tierra se concierta. Cada flor es una puerta
Querida Elideth... Qué decir de tus palabras Que han llegado al corazón, Sorprendiendo así a mi alma Y colmando de emoción?
En las páginas del tiempo, se alza… que lleva en sus venas el amor a f… Su esencia, como un fuego, arde co… mientras la poesía fluye en su cor… Sus ojos, luceros que brillan con…
Un hilo de luz resbala por la espalda de la tarde. No es mi sombra, no es el eco de mis pasos. Se ha quedado en la mesa
Te oro, Jesús mío, en tardes deso… cuando las estrellas susurran su m… La vela tiembla en sombras, su luz… y el frío en mis costillas se cier… Mi voz, hecha ceniza, apenas dice…
En las hermosas y turbadoras págin… de esta edad que arrastra su sombr… desfilan melancólicas soledades, viejos nombres que el viento desho… silencios que duelen en las manos.