Carta a mi Amada
Querida amada,
Hoy, mientras el sol se escondía tras el horizonte, me vi envuelto en la melancolía de tu ausencia. Como las hojas que el otoño arranca de los árboles, mi corazón siente el vacío de no tenerte cerca. Pero sé que, como la primavera que siempre regresa, volveremos a estar juntos.
Te escribo esta carta, no solo como un río de tinta que fluye sobre el papel, sino como un susurro del viento que atraviesa montañas y océanos para llegar a ti. Mis palabras son barcos que surcan mares de nostalgia, cargados de amor y esperanza.
Recuerdo nuestros días juntos, cuando el sol pintaba nuestros rostros con sus dorados rayos y las flores nos regalaban sus más hermosas sonrisas. Tus besos, como rocío matutino, hacían florecer en mí una poesía de sentimientos que solo tú sabes inspirar.
Aunque la distancia nos separa, mi amor por ti es como el infinito universo, siempre en expansión. Cada estrella que brilla en el firmamento es un testigo de nuestra historia, un faro que guía mi corazón hacia ti.
Mientras espero el día en que podamos abrazarnos de nuevo, me refugio en los versos que te escribo, en las palabras que te susurro al viento. Mis letras son como semillas que germinan en la tierra fértil de mi corazón, creciendo hasta convertirse en el árbol de nuestro amor.
Quiero que sepas que, aunque estemos lejos, mi amor por ti es como el sol, que siempre vuelve a iluminarnos tras la noche más oscura. Y como la luna, que aunque se esconde, nunca deja de existir.
Esta carta es una promesa, un juramento de que, pase lo que pase, mi amor por ti permanecerá inquebrantable. Y aunque la distancia nos separe, siempre estaré contigo, en cada latido de tu corazón, en cada suspiro que expiras, en cada sueño que te lleva a mí.
Te amo más allá de las palabras, más allá de la distancia, más allá del tiempo. Y espero con ansias el día en que podamos estar juntos de nuevo, fundidos en un abrazo que dure toda la eternidad.
Hasta entonces, mi amada, guarda esta carta como un tesoro, como un faro que ilumina las noches de soledad. Y recuerda que, aunque estemos lejos, mi amor por ti es como un poema que eternamente se escribe en el lienzo de nuestras almas.
Con todo mi amor, [Tu nombre]
