Nadie sufre por amor, es el eco de un error, es el llanto del orgullo al perder su resplandor. El amor, tan puro y leve,
Nace el día como un lienzo abierto… un susurro de luz que danza y abra… el rocío besa la tierra despierta y el viento murmura secretos de ca… En el horizonte, un fulgor perfect…
En esta escuela del mundo, el reloj nunca regresa, cada día es un maestro, cada error, una promesa. Ni el verano nos espera,
En cada latido de mi corazón, resu… En cada día siento el fuego de mi… Eres mi amor, mi musa, la inspirac… Enamorar tu corazón es mi única mi… Cada latido es un eco de mi amor d…
En el claro espejo del alba, mi voz se alza como un río, cargada de sueños y sombras, como el eco sutil del rocío. Soy palabra en vuelo disperso,
Brillas en mi alba, sol de mi ser, luz que no acaba, firme querer. Tus manos tibias,
No digo lo que tú dices, ni tú dices lo que callo. Si te gano, me resbalo; si me sigues, no deslices. No pido lo que tú pides
La razón se disuelve en la penumbr… penumbra que habita en cada pensam… pensamiento que arrastra su lento… viento que nunca al alma deslumbra… Razón que busca respuestas inciert…
Somos ese fuego ardiente, una llama en la oscuridad, desgarramos la realidad, con pasión que nunca se ausente. En l lecho, amor candente,
Me dicen que estoy loco, que vivo en otro mundo, que sueño y desvarío en un abismo profundo. Mas yo sé que no es sueño,
Veracruz, puerto querido Puerta de entrada a México De historia estás bien vestido Y de cultura eres foco Olmecas, totonacas
En el amanecer, susurros de vida, cada rayo dorado acaricia el cielo… mi corazón late, la ilusión está e… Las flores despiertan, su belleza… en cada latido, un nuevo anhelo,
En el susurro de la noche, donde el silencio es un canto, tu mirada es un refugio, un abrazo en mil palabras. El roce leve de tus labios,
Oh, radiante mujer, luz de la auro… de tus labios brota un canto de am… Tus ojos reflejan la estrella que… en lo más profundo del cielo y del… Eres la brisa que besa la rosa,
En mis noches de desvelo, Cuando el dolor me doblaba, Tú me tomabas las manos, Y entonces ya no me dolía nada. Tus ojos, faroles vivos,