IX No me asusta morir... Sólo lament… no tener ojos para ver las cosas que se transformarán: zarzas en ro… lobos en hombres, polvo en monumen…

Y tu sombra va detrás... ¿A qué sombra te refieres? Tú no tienes sombra, tú eres Una sombra nada más. Siempre una sombra serás,

El perro del cazador Mueve la cola, olfatea, Sale al instante y rastrea A la voz de su señor. Suena un tiro aterrador,

Vengo de allá de la ciénaga, del redimido pantano. Traigo un manojo de anécdotas profundas, que se me entraron por el tronco de la sangre

Cuando se desborda en trino El agua de la ternura Lava con su mano pura La camisa del camino. El sinsonte, campesino

Vendrá mi muerte ciega para el lla… me llevará, y el mundo en que he v… se olvidará de mí, pero no tanto como yo mismo, que seré el olvido. Olvidaré a mis muertos y mi canto.

No hay iris. Se difumina el color de las violetas y convivo con siluetas en un mundo de neblina. Una mujer me encamina

Enero: ya está el central encendiendo en el paisaje un relámpago en el paisaje un relámpago, un miraje de sonrisa trimestral.

Martí —antecesor de Mella, Martí de pluma y machete, Improvisado jinete Sobre crinada centella—. Por convertir en estrella

Mi verso trasnochador Cuando a caminar empieza, Igual que un ciego tropieza Entre la espina y la flor. Mi verso es un ruiseñor

Llovizna, está gris el cielo, En el aire, qué humedad, Como si en la inmensidad Alguien cepillara hielo. Hilo elástico de vuelo

Adónde fuiste, ángel mío, en la última travesura? Tal vez quiso tu ternura mudarse para el rocío. Te fuiste como en el río

Los hombres y mujeres que me trata… no se presentan como son, sino como la sombra de sus cuerpos… bípedas nubes humo coloquial,

Donde en caballo de millo jineteaba la ilusión. En una Y griega del monte y una piedra del camino anda la muerte de un trino

Viajera peninsular Cómo te has aplatanado, Qué sinsonte enamorado Te dio cita en el palmar. Dejaste viña y pomar