Mansas, blancas ovejas, luminosos… La fugitiva sombra despierta a las… y crea un aire de asombro a la mit… Claras y decisivas, solemnes escul… en mil palomas mueren las nubes av…

Era un caballo rojo galopando sobr… Era un caballo rojo, colorado, col… «como la sangre que corre cuando m… Era un caballo rojo con las patas… Agonizó en el río a los pocos minu…

En estos precisos momentos todo mo… que los jóvenes negros se amen a l… bajo el ruinoso techo del Eads Br… y que su risa sea del color de la… Que se amen larga y estrechamente…

Lo que más breve sea: la paloma, la flor, la luna en las pupilas; lo que tenga la nota más suave: el ala con la rosa,

Claro está que murió —como deben morir los poetas, maldiciendo, blasfemando, mentando madres, Claro que así murió y su muerte resuena en las malditas habitaciones donde perros, orgías...

Nuestras Vidas Son los Ríos Que van

Éste es un amor que tuvo su origen y en un principio no era sino un p… y una ternura que no quería nacer… Un amor bien nacido de ese mar de… un amor que tiene a su voz como án…

La luna tiene su casa Pero no la tiene la niña negra la niña negra de Alabama La niña negra sonríe

Las paredes tienen oídos, vientre y sangre. Pero que no lo sepa el aire, que lo ignoren el invierno y el vendedor de esponjas;

El caracol del ansia, ansiosamente se adhirió a las pupilas, y una es… a latigazos creó lo inesperado. A pausas de veneno, la desdichada… nos penetró en el alma, dulcemente…

Me Gusta Beber Dignamente Acompañado

Agua dulce, agua amarga, agua de soledad, agua de nada, agua quebrada para el verde amor y la amarilla piedad; agua sin sombra para el aire

La bluebonnet me preguntó: ¿Y And… Yo me quedé mirándola con amarga m… ¿Andrea? Oh flor, oh dulce flor d… y humedecida tierra, ¿por qué con tu pregunta, vino al…

Ser de ti y en tu rostro asir nuestros espacios; limitar lo invisible muy cerca de tus labios. Prenderme con mi noche

Labios como el sabor del viento en… dientes jóvenes de luna consentida… Se endurecía la noche en tu gargan… Espacio duro de tus senos. Amaril… la inesperada sombra de tus pierna…