Donde habita, donde come, donde parece un arenoso acantilado, allí es un cordero de ámbar con oj… y algo acerca de la dicha sexual t… Luego viene lo intolerable y malig…

Fuiste cuando el silencio era una… cuando sabias corolas daban el equ… y claras lunas tibias como pequeña… llevaron al abismo los insomnios p… y los deseos por vivos y angustiad…

Este lánguido caer en brazos de un… esta brutal tarea de pisotear mari… este pensarse árbol, botella o cho… huella de pie dormido, navaja verd… este instante durísimo en que una…

Las paredes tienen oídos, vientre y sangre. Pero que no lo sepa el aire, que lo ignoren el invierno y el vendedor de esponjas;

Tienes la frente al alba: ella cuenta los poros de tu cuerpo… en laderas del sueño, con los hombros quemados. En el alba se vierte la costumbre…

La del piernón bruto me rebasó por… rozóme las regiones sagradas, me v… y se detuvo en el aire viciado: ci… de la Ruta 85, donde los ladrones me conocen porque me roban, me pis…

Creo que Suena Y huele Más bonito Así

Lo fugaz ha transcurrido como un día lamidísimo. La orquídea padeció dulcemente lo suyo, bajo una hoguera constante y el breve, nervioso incendio de un clavel que no reventó a tiempo. S...

Outside!, chilló la negra, la negra fea del bar. Outside!, volvió a chillar con una voz más negra que su negro mirar.

Andar así es andar a ciegas, andar inmóvil en el aire inmóvil, andar pasos de arena, ardiente cés… Dar pasos sobre agua, sobre nada —el agua que no existe, la nada de…

Ciudad que llevas dentro mi corazón, mi pena, la desgracia verdosa de los hombres del alba, mil voces descompuestas

Día y noche, pero Más noche que día, Eunice dialoga y riñe Con los altos mastines. Palabras y ladridos,

Te repito que descubrí el silencio aquella lenta tarde de tu nombre m… carbonizado y vivo en la gran llama de oro de tus die… Mi amor se desligó de las auroras

Agua espesa, divinamente pantanosa… agua de olvido, espejo de tiniebla… agua donde penetra el alma y nada… Fresca agua para el rostro, para t… mancillada y expuesta

Bajo la luz de la luna, en Beaumo… los blancos a la derecha, los negr…