En las noches de Octubre, amigos míos,
agradezco su grata compañía,
con ella me han dado gran alegría
y por ella os amo amigos míos.
Os amo como el Mar ama a los Ríos,
pues sin ellos muy pronto moriría.
Os amo como ama al Sol el Día,
pues sin él sería todo obscuro y frío.
Ustedes contarán siempre conmigo.
Por ustedes daré siempre alma y vida.
Sólo espero que después de mi partida
al leer todos mis versos, lean mi vida.
Por ahora, mientras vivo, sólo os digo
en las noches de Octubre: ¡Gracias amigos!