Poesía japonesa
Hay veces que la vida se rasga, le pones mil zurcidos, parches que intentan tapar el dolo… Pero entre las costuras se escapa la tristeza,
La rosa carmesí de quien extraigo mi dolor, en la belleza de sus pétalos. Ungiré mis labios, con el rocío de la mañana,
Cada noche entre tus brazos es mágica has hecho que cada lágrima de dolor se convierta en felicidad; toda la vida buscándote y ahora por fin te tengo junto a mí, desabrochando botón por...
La carretera estaba vacía, no había un alma, ahora que lo pensaba llevaba mucho rato sin ver a nadie, paró la moto y se quitó el casco. Salió hace dos días, lleno de adrenalina pensando...
Diosa Selene iluminas la noche lucero añil. Bellos astros nocturnos encendiendo las sombras.
Hoy no es tu día de suerte no eres capaz de mirar de frente todo lo dejas para el día siguient… hasta darme un beso que no sientes… La vida no es como la ves
Ya estoy desnuda, atada e inquieta. Muerde mi boca, embriágame con el ardor de tus ojo… la tentación hace que muerdas mi c…
Para vivir solo tengo que sentir t… para vivir, me basta respirarte, para vivir solo necesito aspirar l… que traes impregnada en tu piel, por qué tu eres esas fragancias qu…
VI padres usando a sus hijos, vi como las rosas quedaban en espi… vi como políticos sonreían, vi como los ojos se marchitaban. Vi como hermanos se odiaban,
En primavera la flor dijo a la abeja: ¡Qué descarada! Robas mi dulce néctar, le contesto ella:
Dicen del Müki que es un Haiku expulsando la rigidez de 17 sílabas e inició “la forma libre Haiku”. (Rechazando el uso de los kigos, aunque puede tener kireji en el tercer verso como el...
Me fui sin avisar, en mis bolsillos llevo: palabras destruidas, un reloj parado a las diez, un móvil vacío y dos silencios,
Cariño, nunca dejes de buscarme cuando la soledad te coma no importa que no me ames siempre serás mi amigo. No sé como decirlo
SON DOS Son dos mujeres la seda se desliza ¿se puede querer más? Tanto que duele
Hay un lugar que me mata, me rompe sin embargo, siempre estoy ahí. Un sitio perverso donde el dolor es el placer