Dori Gómez
El odio, el odio me posee, me ener… me lleva a lugares tan oscuros com… el odio me asfixia la rabia me lleva a pensamientos i… a escarpados silencios.
No hay ya suspiros, se los llevó la tierra, lágrimas van: al río del silencio, donde fluya la muerte.
Bebés que lloran en aquella habitación blanca como la luna. Alba la enfermera los mira y cantando
Dedos que sangran dentro del alma rota heridas sin sanar. Encajes negros para penas ajenas
Se oyó un taconeo en el silencio de la iglesia, una mujer avanzaba hacia los primeros bancos, llegó al primero, se arrodilló, agacho la cabeza, no se oía nada, pero sus labios se veían ...
Todos tenemos deudas que pagar todos tenemos recuerdos perturbado… todos alguna vez tenemos el deseo… todos tenemos un corazón al que ll… Todos hemos sentido una lujuria qu…
Flor del cerezo los pétalos flotando. Nada el pez rojo. Mujer con flores del valle de las rosas.
Me muerde con rabia, odio esta memoria que me está matando, sangran recuerdos, entre paredes sucias.
Hay rimas bellas en el hermoso cuerpo canta al otoño. Al son de un triste fado, cimbrea la cintura.
Flor del manzano entre el suave cielo índigo. Liba la abeja. Toman café en el otoñal patio.
Hay días que siento que no valgo para nada, noto la inutilidad corriendo en vena. Agua sale de mis ojos,
Quiéreme, pero quiéreme así, desnuda el alma como ramas en otoño. Ámame como si fuese primavera que brota.
Quiero que me desees así blanca como el nácar con los labios rojos grana a piernas abiertas con el sexo como corola de flor.
En el requiebro de ese pasional tango tú y yo pegados danzando en el camino de la nostalgia.
Esa lavanda cubre todo mi patio. Trina aquel pájaro. El arce cubre la escalera de piedra.