Poesía japonesa
Noto mi piel húmeda me miro al espejo y por primera vez siento que me amo. Me quiero como
En aquel campo miro la margarita de blancos pétalos. Flores de primavera adivinas de amores.
Te quiero tanto, bien lo sabe Dio… Desde el momento que vi las estrel… que me dispararon una flecha direc… Sí, es que no sé que haría si tú m… eres la reina de mi vida, la que p…
Salieron mariposas de mi cuerpo. Llevaban soledad, falta de pasión un rato corto de amor
Eres yerma, eres un campo vacío, eres hueca, como esos árboles de ramas caídas, retorcidas,
Amarte es ver un atardecer es sentir la noche hablar de amores entre luna y estrellas. Amarte es enamorarme
Quisiera decirte lo que siento tu recuerdo no se va esta noche tus besos en mí tus caricias a fuego lento. No puedo arrancarte de mi
El miedo cierra puertas, se corren las ventanas de los ojos en el silencio de la noche. Estrellas rayan el cielo
Los pies descalzos andando por las nubes las aves vuelan. Van piando tristemente una canción,
Aquel verano mirando el mar turquesa, pensaba en ti. La noche aquella se unió la mar y el cielo,
La rosa carmesí de quien extraigo mi dolor, en la belleza de sus pétalos. Ungiré mis labios, con el rocío de la mañana,
¿Qué fue de tú humildad? La dejaste atrapada entre brillos y lentejuelas, en los halagos presentes, la dejaste ir como un vestido viej…
Los cadáveres del amor saltan hacía nosotros aún demasiado fresc… aún laten en ellos la sangre llena de fluidos del eterno amor c… Sus ojos miran con deseo
Parecen tus pechos la risa de una estrella que se desmoronó en miles de fragmentos blancos, redondos y delicados.
Flores almendros Japón en primavera cumbre nevada