#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros #ParaNiños
Cinta de arena para la nena. Gorro de sal para el coral. Y para el sol
En su casa de hojas despierta el pájaro porque, anunciado el día, se entona el gallo. Canta seguido,
Abril es un niño rubio que junta flores y pájaros; tiene los ojos azules y va vestido de blanco. Mayo es un niño aguador
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—
Le doy al niño de Chile la nueva patria que tengo: limpia y olorosa a limpio, patria dispuesta a quererlo como me quiere ella a mí,
En primavera, nidos y flores. En el verano, lo aguaceros. En el otoño, las hojas secas. Los aguinaldos en el invierno.
Nene, vanos a dormir; no son horas de reír: duerme el viento, duerme el sol, duermen las gallinas
Mi papalote, ¡qué lindo mi papalote! Vuela y vuela como un pájaro mi papalote. Un pájaro de papel
El oro de la tarde tiñe la copa de una vieja yagruma quieta y sedosa. Duerme cansado el viento
Naranja sobre limón, sobre limones el agua: agua fértil de represa, agua de la nube blanca. Finas espigas de arroz,
Viajaré a la luna desde el campamento con su colorada pañoleta al cuello. Para complacerla
Cua cua, cantaba la rana, cua cua, debajo del agua. Pasó una paloma:
¿Qué venadito blanco cruza la noche cuando la luna llena brilla en el monte? ¿Qué venadito sediento
¡Que ruede la rueda de pan y canela! Que llegue al campo, que busque el trigo, que diga al agua
Con sus pichones la codorniz a la sabana viene a dormir. Un perro ladra