Me encanta la palabra cordillera, es esencialmente terrenal, apabullante, miedosa, significa sucesión, extensión, limite. Me encanta verla en fotos porque parece haber sido hecha por un niño jugando canicas (y ese es un arte que yo comprendo). En estos tiempos en donde toda protuberancia es escondida o vendida, la panza de nuestra tierra se destaca con nieve y arena, palmera y frailejón. Posiblemente sea una linea menos que imaginaria para los linderos de algunos países, pero es sobre ella, en su filo, donde se encuentra una independencia, una soberanía planetaria!..si! es otro planeta. o al menos muestra la arrogancia indómita de no haber sido parcelada. Me deleita su sobre vivencia volcánica que destierra a cualquier arcano humanoide, aunque a la vez abrasiva y brillante, sabe amasar la niebla. La pequeñas lagunitas que se escurren cada vez mas rápido, la mantienen limpia. No hay árbol mas orgulloso que el que inserta sus raíces en su melena.