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LA FOTOGRAFÍA

Te observo a ti y a tu perfecta anatomía.
Paseo mis ojos por tus ojos de marrón,
Por tu cabello castaño y despeinado cual león,
Por tus labios rojo fuego de dragón.
Te observo ahí, enjaulada y feliz (¿no?), en la fotografía...
                                                                                                  Hasta que...
Observo cómo la tinta y los colores se diluyen,
Cómo de entre ellos surgen gotas que confluyen
En coloridos ríos. Van foto abajo y concluyen
En los pies del marco su travesía.
Observo cómo forman allí un caótico charco,
Un charco tan profundo, tan espeso, que ningún barco,
Según cuenta la leyenda, es capaz de atravesarlo.
Te observo de nuevo mientras huye la alegría.
La imagen se ha tornado negra y blanca.
Ni mi más ocurrente tontería te arranca
Una sonrisa, mientras permaneces quieta y callas.
A lo lejos se escucha una triste letanía:
“¡Señora, señora, quédate conmigo, señora!”
Comienzo a llorar cuando mi mente rememora
Todas aquellas horas juntos. Ahora... en cambio ahora...
“Te abandona, no te quiere. ¿No lo ves?” Alguien sin simpatía
Me susurra al oído, mientras una mano inerte
Me aferra el cuello, apretando bien fuerte.
Yo quiero un beso tuyo, no un beso de la muerte.
Observo nuestra foto con mi última energía.
¿Nuestra? No, mejor mía. También te fuiste de allí.
Solo, estoy solo en la foto. Solo, muriendo, también aquí.
¿Quién me susurra al oído? ¿Quién me mata así?
“¡Solo en ti encontrarás la respuesta!” grita el alma mía...
Y entonces me doy cuenta de que la voz que susurra es la mía,
Que la inerte mano que me mata es la mía,
Que la culpa de mi estado no es tuya, sino mía,
Y entonces todo para...
                                          Hasta que...
“El amor es crear un espacio seguro para que la persona se desarrolle tal cuál es”
A lo lejos, resuenan los primeros compases de una alegre melodía.
Sus notas bailarinas traen promesas de calor
Y danzando, tranquilizan mis sentidos y embotan mi dolor,
Mientras con sus dulces voces preguntan: “¿Acaso no se aprende de un error?”
“Mientras quisiera no se convierta en quiero, quiero no permitirá que quisiera sea”
Me gustaría no ser celoso, darme libertad. Me gustaría amarte, amarme de verdad. Me gustaría...
Cambiar... No, quiero cambiar, quiero moverme, actuar, olvidarme del condicional.
Quiero dejarme vivir en paz, abrazar la felicidad, dejar atrás todo mal.
¡No es difícil! Tan solo echa andar, valiente y sin pensar. Vamos David, ¡sal!
“Para amar a alguien, primero tienes que amarte a ti mismo”
Consciente y en calma, camino el camino. Es avance de verdad, y no otra antigua fantasía.
Camino y camino, quizás caigo, pero camino. En mi pecho malherido
Clavé una flecha que yo mismo construí, sin ayuda de Cupido.
Por fin me he convencido: los abrazos y amor propios son la respuesta a tanto sinsentido.
“Querer va desde el otro hasta ti. Amar, en cambio, nace en ti y va hacia el otro”
Las caricias y las cicatrices nos hacen aprender. Sin duda volvería
Tres años atrás, sabiendo toda esta alegría, sabiendo todo este dolor, a aquel trastero...
Aún estoy aprendiendo a amarte, a amarme, aún solamente te quiero.
Ojalá y volver allí... Aunque, esta vez, libres y con miedos cero.
“Cuanto más miedo tengo de perder a una persona, más cerca estoy de perderla”
Nuestra historia es muy bonita, pero también una gran ironía.
Al fin y al cabo, ¿cómo iba a funcionar si en tu república yo quería ser el rey?
¿Cómo iba a funcionar si encarcelé al amor por miedo y te “amé” bajo el peso de la ley?
¿Cómo iba a funcionar si cegado e ignorante crucifiqué al amor y sacrifiqué al Agnus Dei?
“Disfruta y aprende de la depresión”
Me aproximo al mar de color y camino sobre sus aguas. Atravieso la orgía de colores y alcanzo la fotografía.
Con calma, alzo mis manos y la sostengo ante mi verde mirada desnuda.
Desnuda de tristeza. Desnuda de deseo. Desnuda de prejuicios e ilusiones. Desnuda de duda.
Tan solo está vestida de verde amor y verde presente. Observo cómo la foto muda
El negro y el blanco a mil colores que la llenan de armonía.
Mis ojos miran mis ojos de verde que me miran con ojos de felicidad,
Mientras la sonrisa que se dibuja en la imagen es aquella de tierna bondad.
Acerco mis labios a mis labios y me beso en un beso de amor y eternidad.
La noche más larga está concluyendo ya. Se marcha toda oscuridad,
Y con ella toda maldad, toda ansiedad, la soledad.
Ahora solo es tiempo de luz, de suave brisa y libertad.
Libertad para mí, libertad para la sociedad. Para ti también libertad.
Enserio, que tonto fui queriéndote en cautividad.
Siento mucho todo aquello, pero ahora, hágase en la tierra y en el cielo tu voluntad.
Soy feliz, soy libre, te lo digo de verdad.
Ya sabes que mi marco está abierto, por si quieres entrar de nuevo a mi fotografía.
Sino no pasa nada, porque ya está llena de color, de brillo y alegría.
Alegría de presente, alegría de lo que fue, de lo aprendido, de sabiduría,
Porque sé que cuando vuelva el invierno, sentiré aún el calor de un día
De verano. Así que vuela, vuela feliz, llena de libertad y valentía.
Y recuerda que si algún día te cansas o quieres volver, hay un nido en mi fotografía
En el que te puedes quedar. Allí estaré siempre yo, feliz, tranquilo, cantando una bella melodía.
Allí estaré siempre yo, feliz, tranquilo, escribiendo poesía.
Préféré par...



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