En mis ojos cerrados como cortinas rotas
Hace allanamiento la luz de tu voz
Y la ilusión de despertar en tu regazo
Se comienza difuminar en esta lúgubre y fría habitación.
Mi boca desértica hace eco en tu nombre
Pero seguro tú yaces a estas deshoras en brazos de otro hombre.
Mi energía está en reserva para regalarte una sonrisa pero desde mi lecho prometí no soñarte.
Yo de cierto se que mis mentiras son mi propio chocolate.
Tan solo me resta comenzar el día ha estas horas ya me toca mi comida pero como estoy a dieta no importa que llegue a la cena
la verdad me siento bien, verte siempre me hace bien por lo menos un ratito cada día hasta que mis ojos se cierren como cortinas