Viejo perro de ciudad.
Algo distante, pero te observa...
Carga en la madurez de su mirada el miedo y la nostalgia
a quien perdiese de vista un día
Y aun hoy si percibiera a lo lejos su aroma o su voz
Le haría llorar como recién llegado a este mundo.
De hambre y de frío,
De tripas corazón.
No teme al desprecio,
No teme al dolor.
Teme amar como niño
Y caer como perro.
Su soledad lo hace libre
Su caminar lo guarda de ti
de tu olvido
de tu incomprensión
de su inferioridad
de tu ser humano.
Oculto a vista y desinterés de todos...
Sosegado de emoción en virtud de quien, se ha dado cuenta, sabe que existe... que es real.
Y se pregunta... que esconde el ondular de sus labios?
el color de su mirada?
Algo distante, pero te observa...
Seguirá caminando...
pero esta vez, será hacia ti
Bajara la cabeza y con gestos de retaguardia
Te pedirá sutilmente que por favor no vuelvas a romperle el corazón.
Que harás?