De lo que en tu vida entera nunca debes hacer caso: la fisga de un envidioso, el insulto de un borracho, el bofetón de un cualquiera

¿Dar posada al peregrino?... A uno di posada ayer; y hoy, prosiguió su camino llevándose a mi mujer.

No quiero verte madre, dulce morena. Muy cerca de tu casa tienes acequia, y es bien sabido

¡Un pensamiento! Cosa que harto me ha hecho pensar. ¿Hab… como esta flor, regalo de una herm… que me tiene cautivo el pensamient… Primero en el ojal de la levita,

En la isla en que detiene su esqui… Del inmortal Ensueño, donde la et… De las eternas liras se escucha—:… En que el tritón elige su caracol… Y la sirena blanca va a ver el sol…

Cuenta Barbey, en versos que vale… Una hazaña del Cid, fresca como u… Pura como una perla. No se oyen e… Resonar en el viento las trompetas… Ni el azorado moro las tiendas aba…

Fue en una hora divina para el gén… El Cisne antes cantaba sólo para… Cuando se oyó el acento del Cisne… Fué en medio de una aurora, fué pa… Sobre las tempestades del humano o…

Lodo vil que se hace nube, es preferible, por todo, a nube que se hace lodo: ésta cae y aquélla sube.

Viejo alegre, viejo alegre, no persigas a mi novia; no son pájaros de invierno los amantes de las rosas. Viejo alegre, viejo alegre,