La tortuga de oro camina por la al… y traza por la alfombra un misteri… sobre su carapacho hay grabado un… y círculo enigmático se dibuja en… Esos signos nos dicen al Dios que…

¿Tienes, joven amigo, ceñida la co… para empezar, valiente, la divina… ¿Has visto si resiste el metal de… la furia del mandoble y el peso de… ¿Te sientes con la sangre de la ce…

Nada más triste que un titán que l… Hombre—montaña encadenado a un lir… Que gime fuerte, que pujante implo… Víctima propia en su fatal martiri… Hércules loco que a los pies de O…

¡Argentina! ¡Argentina! ¡Argentina! El sonoro viento arrebata la gran voz de oro… Ase la fuerte diestra la bocina, y el pulmón fuerte, bajo los crist…

Al oír sus razones fueron para aquel necio mis palabras, sangrientos bofetone… mis ojos, puñaladas de desprecio.

¡Desgraciado Almirante! Tu pobre… tu india virgen y hermosa de sangr… la perla de tus sueños, es una his… de convulsivos nervios y frente pá… Un desastroso espirítu posee tu ti…

Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... Plural ha sido la celeste

El olímpico cisne de nieve con el ágata rosa del pico lustra el ala eucarística y breve que abre al sol como un casto aban… De la forma de un brazo de lira