¡Carne, celeste carne de la mujer!… —dijo Hugo—, ambrosía más bien, ¡o… la vida se soporta, tan doliente y tan corta, solamente por eso:

¡Divina Psiquis, dulce mariposa i… que desde los abismos has venido a… lo que en mi ser nervioso y en mi… forma la chispa sacra de la estatu… Te asomas por mis ojos a la luz de…

Van los insectos primorosos, que son la gracia y la alegría, olando al sol colaginoso como un tropel de pedrería. Pasan las líricas abejas

Rosas rosadas y blancas, ramas ver… corolas frescas y frescos ramos, Alegría! Nidos en los tibios árboles, huevos en los tibios nidos,

Al oír sus razones fueron para aquel necio mis palabras, sangrientos bofetone… mis ojos, puñaladas de desprecio.

Ya de un corintio templo cincela u… Ya de un morisco alcázar el capite… Ya, como Benvenuto, del oro de un… Forma un joyel artístico, prodigio… Pinta las dulces Gracias, o la de…

Ínclitas razas ubérrimas, sangre d… espíritus fratemos, luminosas alma… Porque llega el momento en que hab… lenguas de gloria. Un vasto rumor… mágicas ondas de vida van renacien…

¡Oh mi adorada niña! Te diré la verdad: tus ojos me parecen brasas tras un cristal; tus rizos, negro luto,

Señora, el Amor es violento, y cuando nos transfigura nos enciende el pensamiento la locura. No pidas paz a mis brazos

Reina Venus, soberana capitana de deseos y pasiones, en la tempestad humana por ti mana